Focaccia crujiente calabaza y queso

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PRESENTACIÓN

La focaccia crujiente con calabaza y queso es la elección ideal para quienes no tienen ganas de esperar los tiempos de levadura, ¡pero desean disfrutar de toda la bondad de una focaccia rellena recién horneada!

La receta base de esta rápida masa sin levadura es la misma de la típica Focaccia con queso (de Recco), una especialidad muy apreciada de Liguria. En este caso, sin embargo, hemos añadido al relleno la Calabaza a la sartén, que se funde a la perfección con la nota fresca y ácida del stracchino y con el aroma de las hierbas aromáticas

Un aperitivo perfecto, caliente y fragante, ideal también para compartir con vuestros amigos en un aperitivo casero durante la temporada más fría, cuando la calabaza alcanza su apogeo y enriquece nuestros menús con su sabor dulce y delicado.

Sigan nuestras indicaciones y respeten los tiempos de reposo: este es el secreto para preparar en muy poco tiempo una focaccia crujiente con calabaza y queso superapetitosa!

Aquí tenéis otras variantes de pizzas y focaccias sin tiempos de levadura:

INGREDIENTES

para la masa (para 2 bandejas de 40x30 cm)
Harina Manitoba 800 g - (W 360-380)
Agua 420 g
Aceite de oliva virgen extra 40 g
Sal fina 16 g
para el relleno
Calabaza Delica 1900 g - (para limpiar)
Stracchino 800 g
Agua 50 g
Romero 2 ramitas
Salvia 2 ramitas
Tomillo 2 ramitas
Aceite de oliva virgen extra 20 g
Sal fina 1 cucharadita
Pimienta negra cantidad suficiente
para la superficie
Aceite de oliva virgen extra 10 g
Escamas de sal cantidad suficiente
Tomillo 1 ramita
Salvia 1 ramita
Romero 1 ramita

Preparación

Para preparar la focaccia crujiente con calabaza y queso, comenzad con la masa: en el bol de una batidora planetaria verted el agua, la harina 1, la sal 2 y el aceite de oliva virgen extra 3.

Encended la batidora planetaria con el gancho a velocidad media 4 y amasad hasta que la mezcla esté cohesionada 5. Dejad reposar la masa a temperatura ambiente durante 20 minutos, cubierta con un paño 6.

Transcurrido el tiempo de reposo, retomad la masa y divididla con la ayuda de una espátula 7: debéis obtener 2 porciones de 350 g (para la base) y 2 bolas de 300 g (para la superficie) 8. Formad cada bola en la superficie de trabajo 9.

Colocad las 4 porciones de masa en una bandeja ligeramente enharinada 10, cubrid con film transparente 11 y dejad reposar en el frigorífico durante una hora 11. Mientras tanto, ocupad de la calabaza: divididla por la mitad 12.

Eliminad las semillas y los filamentos internos 13, luego retirad la piel 14 y cortad la pulpa en rodajas de aproximadamente 2 centímetros 15.

Verted la calabaza en una sartén con un chorrito de aceite caliente 16, luego sazonad con sal 17 y pimienta 18.

Aromatizad con tomillo, salvia y romero picados 19 y coced a fuego medio durante 10 minutos, añadiendo agua si es necesario 20; no debe cocerse completamente. Transcurrido el tiempo de cocción, transferid la calabaza a una bandeja para que se temple 21.

Retomad la masa del frigorífico y comenzad a extender con el rodillo la porción de 350 g 22 hasta obtener una lámina del mismo tamaño que la bandeja 23: nosotros hemos utilizado una bandeja de 40-30 cm. Si la masa tiende a encogerse dejadla reposar otros 5 minutos. Colocad la lámina en la bandeja y estiradla suavemente para cubrir también los bordes 24.

Distribuid la calabaza templada sobre la base de la focaccia 25, luego añadid el stracchino en cucharadas 26. Extendad la porción de masa de 300 g de la misma manera y utilizad la lámina obtenida para cubrir la focaccia 27.

Sazonad la superficie con las hierbas aromáticas, un chorrito de aceite y los copos de sal 28. Finalmente, practicad cortes en la lámina superior para evitar que se hinche demasiado durante la cocción. Coced en horno estático a 250° durante 15 minutos, luego pasad a modo ventilado y proseguid la cocción por otros 5 minutos 29. Una vez dorada, sacad la focaccia del horno 29 y dejadla templar antes de cortarla en rebanadas. ¡Vuestra focaccia crujiente con calabaza y queso está lista para ser disfrutada 30!

Conservación

La focaccia crujiente con calabaza y queso se puede conservar en el frigorífico durante un día.

Podéis congelarla después de haberla cocido y dejado enfriar completamente. 

Consejo

Si es posible, utilizad una bandeja de hierro para cocer la focaccia ya que conduce mejor el calor.

La cantidad de agua para la cocción de la calabaza depende del tipo de calabaza utilizada, algunas variedades no la necesitan, otras como la delica necesitan una pequeña cantidad para evitar que se quemen.

Como alternativa al stracchino podéis utilizar otros tipos de queso como robiola, scamorza o mozzarella (mejor si es para pizza).

Si no tenéis una batidora planetaria podéis amasar tranquilamente a mano.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.