Strudel con requesón y espinacas
- Fácil
- 50 min
Si estáis buscando una receta deliciosa y original, estáis en el lugar adecuado... ¡os mostramos cómo preparar la yema frita! Una preparación básica perfecta para enriquecer muchos platos, entrantes, primeros o segundos, como el que os proponemos hoy. Y si os estáis preguntando cómo lograr freír una yema sin romperla, la respuesta es sencilla. Basta con congelarlas cubriéndolas de pan rallado, de esta forma serán mucho menos frágiles y conseguiréis sumergirlas fácilmente en el aceite. Una vez cocidas, resultarán crujientes por fuera, pero con un corazón fundente por dentro. Deberéis prestar atención a no prolongar demasiado la cocción para no perder este efecto que es precisamente lo que las caracteriza. Os proponemos una idea para servirlas: una cama de espinacas, enriquecidas con pasas y piñones, y una bechamel a la pimienta negra para resaltar todo su sabor!
Aquí tenéis otras maneras de cocinar los huevos:
Para preparar la yema frita, como primer paso, verted abundante pan rallado en un plato o bandeja. Luego, utilizando un huevo, cread unos nidos, presionándolo en el pan rallado 1. Verted la primera yema en uno de los huecos recién hechos 2 y continuad así con las demás. Cubrid de nuevo con el pan rallado 3.
Las yemas deben estar bien cubiertas; trasladadlas al congelador por al menos 2 horas 4. Cuando las 2 horas estén casi transcurridas, podréis comenzar a preparar la bechamel. En un cazo, verted una generosa cantidad de pimienta negra y tostádla durante un par de minutos a fuego bajo. Añadid la mantequilla 5 y dejadla derretir, luego verted la harina de una sola vez 6.
Mezclad rápidamente con un batidor 7 para obtener el roux y cocinadlo durante un par de minutos. Ahora verted la leche 8 y mezclad de nuevo. Cocinad hasta que empiece a espesar 9.
Añadid una pizca de sal 10, mezclad y reservad. Pasad a las espinacas. Lavádlas y secádlas bien. Vertedlas en una sartén, donde ya habéis calentado un poco de aceite. Añadid los piñones 12.
Añadid también las pasas 13 y mezclad bien 14. Ajustad de sal 15 y pimienta.
Cocinad durante unos 3-4 minutos hasta que las espinacas estén bien marchitas 16. Pasad a la fritura: verted el aceite de semillas en una olla y calentadlo hasta alcanzar la temperatura de 180°. Sacad las yemas del congelador 17 y sumergidlas una a una en el aceite caliente 18.
Cocinad durante 2 minutos, hasta que estén bien doradas 19. No continuéis mucho la cocción porque la yema en el interior debe permanecer suave. Escurrid la yema frita del aceite y transferidla a una bandeja con papel absorbente 20 para eliminar el exceso de aceite. Ahora emplatad colocando una base de espinacas, un poco de bechamel y encima la yema frita 21.